Significado / lengua: Cochasquí, palabra de raíz Cara. Cochas: agua, lago; y Qui: sitio de la mitad.
Web oficial: no tiene / ver: http://parquecochasqui.blogspot.com/
Ubicación: 3100 msnm ubicado en la parroquia Tocachi, cantón Pedro
Moncayo, provincia de Pichincha, a unos 52 km al norte de Quito y unos 50 km al
sur de Otavalo.
Cómo llegar: Desde Otavalo tomar un bus en la terminal de ómnibus con destino
al pueblo de Tabacundo (sino también se puede tomar bus hacia Quito y pedir
bajar en Tabacundo y caminar un par de cuadras desde la ruta hasta la calle
principal). En Tabacundo tomar un bus hacia Malchinguí, y pedir bajar en la
entrada del Parque Arqueológico Cochasquí. De allí se camina 1 kilómetro
aproximadamente hasta la entrada del sitio. Todo esto toma como 1 hora y media
o 2 horas (según la espera de buses). Lo mismo se hace al regreso.
Desde Quito ir hasta la Terminal de Ómnibus Carcelén (que es una de las
terminales del norte), tomar bus hacia Otavalo y bajar en Tabacundo, y de allí tomar
bus hacia Malchinguí (se baja antes de este pueblo).
Cultura/s: Quitu-Cara
Año / época: tiene 1500 años de antigüedad aproximadamente. Período de
integración entre 500 y 1500 DC.
Precio (a julio 2019): USD 3 (tres dólares estadounidenses) para
extranjer@s y USD 1 para locales.
Museo: cuenta con dos museos pequeños, incluidos en el recorrido.
A tener en cuenta: sólo se puede ingresar con guías del sitio. Duración
aproximada de la guiada: 2 horas o un poco más incluyendo ambos museos. Llevar
agua y algo para comer porque si bien hay un pequeño restaurant, el mismo suele
estar cerrado. El Parque Arqueológico Cochasquí tiene un área de camping con
chozas parrilleras, sanitarios, duchas con agua caliente. También hay 3 cabañas
con capacidad para 4 personas cada una.
Descripción:
Este fue el primer sitio arqueológico/ceremonial que visité estando en
Ecuador. Además de la “aventura” de llegar al lugar, dado que sin auto no es
tan sencillo, y ni siquiera en el centro de informaciones de Otavalo sabían
indicarme cómo llegar en bus, la experiencia fue bárbara. Mucho de eso tiene
que ver no sólo con la magia que tiene el lugar, sino también por la excelente
guiada brindada por el guía originario Octavio, quien personalmente me fue
explicando todo lo relacionado al sitio, así como parte de su flora, fauna,
teorías, y mucho más en las casi 3 horas de guiada; y fue respondiendo
cuidadosamente la batería de preguntas que me fueron surgiendo.
El Parque Arqueológico tiene casi 84 hectáreas (si bien se estima que
originalmente eran 860 hectáreas, actualmente el resto se haya en propiedad
privada) donde hay ubicadas 15 ramplas (tal como se denominan allí) que son
pirámides en forma de T por la rampa que utilizaban para llegar a la parte alta
de la pirámide. También se encontraron 21 montículos funerarios (tolas) o tumbas
de planta redonda. Todas las pirámides con sus rampas y las tolas están
cubiertas de vegetación con lo cual hay que afinar la vista para observarlas.
Algunas de ellas están siendo o fueron excavadas; todas las que están en ese
estado se encuentran debidamente techadas.
Se cree que las funciones de las pirámides podrían ser tres: ceremoniales
– rituales – de adoración, astronómicas y militares. Aún se están realizando
investigaciones y hay diferentes teorías al respecto.
Como decía, y aunque no hay un total consenso de las funciones para las
cuales fue creado este complejo, sí es cierto que la ubicación tan cerca de la
mitad del mundo es estratégica, así como la visión de casi 240° que permite
visualizar diversas montañas y volcanes como el Cotopaxi, el Cayambe, el
Illinizas, el Pambamarca, el Guagua Pichincha, el Cerro Puntas, así como varios
valles cercanos.
De acuerdo a estudios realizados hace varias décadas, se sabe que
además de haber sido un lugar ceremonial, ritual y astronómico, también fue un
complejo habitacional (se han encontrado restos de vasijas de uso cotidiano).
Por otro lado, también se asevera que fue un lugar estratégico y casi
ideal para la observación de astros y constelaciones. De hecho hay una teoría
que supone que las pirámides pueden haber sido originalmente 36 (hay una que
claramente tiene forma de escorpión, es una de las más grandes y está alineada
con dicha constelación), de acuerdo a la cantidad de constelaciones que se
observan desde la ubicación de este sitio.
Las 15 construcciones piramidales fueron realizadas con bloques de
cangahua (un tipo de piedra volcánica) junto con chocoto (adobe), carrizo (caña
de bambú de altura); todas las pirámides tienen diferentes tamaños (así como
sus rampas).
La que más me llamó la atención fue la pirámide n° 13, la cual es
claramente la más visitada, dado que en la parte superior se pueden observar 2
calendarios: uno lunar y otro solar (el cual marca entre otras cosas, los solsticios
y equinoccios). Toda esta pirámide está techada para resguardarla, y dado que
se siguen realizando algunas investigaciones esporádicas. Ambos calendarios son
circulares; el solar tiene un diámetro de 16 metros, mientras que el lunar de 9
metros. Lo asombroso de ambos calendarios es que fueron cocidos de una sola
vez, si bien aún quienes investigan la forma en que lo cocieron no han podido
determinar cómo lo hicieron, dado que fue realizado de una sola vez y a cielo
abierto seguramente.
El calendario lunar tiene unos huecos alargados ubicados en forma de diagonal
y enfrentados, y con 3 agujeros en cada hueco alargado donde se colocaban
bastones de piedra, y luego un hueco más en otro sector, siendo 7 huecos con
bastones en total. Así el calendario lunar permite la marcación de los 28 días
de cada ciclo completo (7 bastones de piedra por 4 fases lunares). Utilizado
para determinar los momentos de siembra, cosecha, fases lunares, etc.
Por otro lado, el calendario solar tiene 2 huecos alargados también
ubicados en forma diagonal y enfrentados, pero con 6 agujeros en cada uno de
los huecos para también colocar bastones de piedra; además hay otros 18 huecos
en el resto del calendario, siendo un total de 30. Este calendario solar
marcaría los diferentes períodos agrícolas, y sus celebraciones asociadas, así
como solsticios y equinoccios.
Por otro lado, en las tolas (montículos funerarios) se han encontrado
restos de personas en posición fetal, con sus ajuares y cubiertos de cenizas
(para su conservación). En la pirámide más grande se hallaron más de 500
cráneos de la época de la invasión Inca).
Se considera que Cochasquí era una sociedad comunal, quienes estaban
organizados políticamente en señoríos étnicos, que agrupaban cacicazgos.
Estaban gobernados por una mujer.
Finalmente vale recordar que Cochasquí fue conquistada por los Incas, años
antes de la llegada del español.
Otros datos:
- No se encontraron armas, con lo cual se presume
eran pacíficos.
- Este es el punto más alto por donde pasa la
línea ecuatorial.
- Se supone que en el momento en que construyeron
este sitio, estaba sobre la línea ecuatorial exactamente (la cual ahora está un
poco corrida, dado que se va moviendo).
- Sugiero leer acerca de la princesa y gobernadora
a quien se denominaba Quilago (mujer guerrera que intentó frenar el avance de
Huayna Cápac en sus tierras y pueblo).
Cartel con mapa del sitio.
Infografía sobre las planchas circulares (calendarios).
Maqueta de las principales pirámides del sitio.
Una de las pirámides excavadas.
Vista de una de las pirámides.
Vista del sitio, al fondo una de las pirámides con techo sobre lo excavado.
Otra de las maquetas.
Lateral de una de las pirámides.
Bloques de cangahua con chocoto.
Desde una de las zonas más altas del sitio.
Calendario lunar.
Uno de los huecos alargados en el calendario lunar. Las piedras alargadas son réplicas, si bien se encontró uno original.
Calendario lunar de 9 metros de diámetro.
Calendario solar de 16 metros de diámetro.
Acercamiento de los huecos alargados donde colocaban las piedras alargadas para las mediciones.
Vista panorámica de la parte superior de la pirámide que alberga ambos calendarios.
Pirámide que tiene ambos calendarios.
Vista panorámica del sitio Cochasquí.
Algunas piezas del lugar, en uno de los museos.
Interior de uno de los museos del sitio.
Más piezas, algunas encontradas allí y en los alrededores.
Talega. La utilizaban para construcciones. (Recuerdo haber visto similares en Caral, Perú, donde las utilizaban para que las construcciones soportaran los sismos).
Cartel en uno de los museos.
Maqueta de algunas de las pirámides.
Cartel del museo.
Pieza encontrada en el sitio.
Uno de los dos museos está construido con técnicas de la cultura Quitu-Cara.
Techo del museo.
Cartel del sitio
Cartel con mapa del sitio. |
Infografía sobre las planchas circulares (calendarios). |
Maqueta de las principales pirámides del sitio. |
Una de las pirámides excavadas. |
Vista de una de las pirámides. |
Vista del sitio, al fondo una de las pirámides con techo sobre lo excavado. |
Otra de las maquetas. |
Lateral de una de las pirámides. |
Bloques de cangahua con chocoto. |
Desde una de las zonas más altas del sitio. |
Calendario lunar. |
Uno de los huecos alargados en el calendario lunar. Las piedras alargadas son réplicas, si bien se encontró uno original. |
Calendario lunar de 9 metros de diámetro. |
Calendario solar de 16 metros de diámetro. |
Acercamiento de los huecos alargados donde colocaban las piedras alargadas para las mediciones. |
Vista panorámica de la parte superior de la pirámide que alberga ambos calendarios. |
Pirámide que tiene ambos calendarios. |
Vista panorámica del sitio Cochasquí. |
Algunas piezas del lugar, en uno de los museos. |
Interior de uno de los museos del sitio. |
Más piezas, algunas encontradas allí y en los alrededores. |
Talega. La utilizaban para construcciones. (Recuerdo haber visto similares en Caral, Perú, donde las utilizaban para que las construcciones soportaran los sismos). |
Cartel en uno de los museos. |
Maqueta de algunas de las pirámides. |
Cartel del museo. |
Pieza encontrada en el sitio. |
Uno de los dos museos está construido con técnicas de la cultura Quitu-Cara. |
Techo del museo. |
Cartel del sitio |
Comentarios
Publicar un comentario